Últimamente no me siento bien, viendo películas de ciencia ficción. Me perdí "La llegada", así que mi último referente de buena película del género se remonta a "Interstellar". Eso sí, reconozco que las dos últimas de "Star Wars" tenían algo, pero repito, desde "Interstellar" no he salido satisfecho del cine.
Es cierto que no puedo hablar de "Life", porque ya las críticas previas me frenaron. Esta vez, a pesar del mismo panorama de decepción anunciada, fui a ver "Alien Covenant". Es la segunda película de la trilogía de la precuela de "Alien" (que, para mí, sí que es una de las grandes obras maestras del cine de ciencia ficción). O sea, Ridley Scott, el aclamado (con razón) director de aquella película, se embarcó con Prometheus en la aventura de contar en tres episodios el antes de "Alien". Queda, por lo tanto, una tercera película, que colocará los huevos de la criatura en aquella cueva oscura donde los compañeros de la teniente Ripley los encuentran.
De momento, por decirlo claramente, me gustó más "Prometheus". La historia de "Alien Covenant", que al principio es interesante, deviene muy pronto en la clásica sucesión de: estupidez humana (lo mejor, si vais de viaje de aventuras es dejar que vuestros compañeros más curiosos os precedan); fascinación del malo (hasta esta película siempre era una empresa) por la criatura alienígena y consiguiente consideración de los humanos como alimento de la bestia; y humanos tontos de remate, excepto, otra vez, la heroína (como antes lo fueron Ripley en las pelis de "Alien" o Elizabeth Shaw en "Prometheus"). ¡Gracias, chicas!
Resumiendo, cuando lo más interesante son los efectos especiales, el paisaje y el vestuario...
"Ghost in the shell", para mí, fue mejor (sin ser nada de otro mundo). Si "Alien" plantea las dudas vitales de un sintético (un androide, un ser creado por los humanos), la película protagonizada por Scarlet Johansson hacía lo mismo con un ser humano casi 100% artificial (un cerebro en un cuerpo mecánico). Es una historia basada en un manga japonés, y la ambientación recuerda a la muy famosa (y muy buena) "Blade Runner".
Si el futuro, nuestro futuro, es según las últimas predicciones, un mundo donde hombres y robots serán indistinguibles, a mí me llama más la atención saber cómo me sentiría siendo casi un robot. Y la inmortalidad, claro.
¡Ay, "La Guerra de las Galaxias", "Alien", "Interstellar"! Sólo espero que la próxima de "Blade Runner" sea buena.
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