domingo, 7 de enero de 2018

LA BELLEZA DE LO PEQUEÑO I

Seguro que a muchos os suena este nombre: Alderaan. ¿Recordáis la escena? El halcón milenario sale del hiperespacio en dirección al planeta Alderaan y de pronto se encuentra en mitad de una lluvia de asteroides. Son los restos del planeta Alderaan, que la Estrella de la Muerte acaba de pulverizar. Hoy vamos a conocer los pequeños mundos del espacio: los asteroides, las estrellas fugaces y los cometas. Como en La Guerra de las Galaxias, conviene que el Arca tenga mucho cuidado con ellos.
Los asteroides son cuerpos celestes, más pequeños que un planeta, que giran alrededor del Sol en una órbita inferior a la de Neptuno. El más grande de ellos es Ceres y tiene un diámetro de 1.000 kilómetros.
Ceres estuvo cerca de ser propuesto para planeta por la Unión Astronómica Internacional en 2006, por su tamaño, su forma de esfera y su distancia a los otros planetas del Sistema Solar. En lugar de eso se le designó como planeta enano. Y Plutón, con sus 2.370 km le acompañó, y dejó de ser considerado un planeta. No dejo de pensar que es el responsable de que Plutón ya no sea el noveno planeta del Sistema Solar. En la imagen Ceres muestra sus manchas blancas más visibles, las del cráter Occator. Se cree que son depósitos de una sal hidratada, pero el contraste con la negrura de Ceres (su superficie es tan negra como el asfalto) hace que parezcan de hielo puro.

Cuando yo era pequeño estudié que los asteroides eran un cinturón de rocas que daban vueltas al Sol entre Marte y Júpiter. El famoso cinturón de asteroides. Pero resulta que hay más, muchos más. Hay asteroides entre la Tierra y Neptuno. Se conocen unos 750.000, tantos que ponerles nombre se ha vuelto un poco complicado. Porque cada año se descubren otros nuevos.
No sé vosotros, pero para mí, los más interesantes son los cerca de 4.000 que orbitan cerca de la Tierra. Sobre todo porque entre ellos están los PHA (potentially hazardous asteroids, o asteroides potencialmente peligrosos). Los que están más cerca de nosotros.

2017BX es un asteroide de un tamaño entre 4 y 14 metros (un coche o un pequeño edificio) que en junio del año pasado se acercó a nosotros hasta una distancia de la mitad de la distancia a la Luna. Además este NEO (nuevo objeto cercano) era metálico, por lo que no se hubiera desintegrado al entrar en nuestra atmósfera, como sí lo haría un asteroide rocoso.

Los asteroides que nos acompañan tan cerca son, a menudo, cometas que ya han perdido su cola y se han quedado a "vivir" entre nosotros. Aunque tal vez deberíais temer más a algunos de los cometas auténticos que a estos vecinos de al lado. ¿Qué tal al cometa Swift-Tuttle? Es el objeto conocido más grande cuya trayectoria concurre con la de la Tierra. Tiene un diámetro de 26 kilómetros (el asteroide que supuestamente causó la extinción de los dinosaurios tenía "tan sólo" 10 kilómetros de diámetro).

El cometa Swift-Tuttle es el responsable de la lluvia de estrellas llamadas "Las Perseidas", o lágrimas de San Lorenzo, cuyo máximo ocurre cada año alrededor del 10 de agosto, festividad del mártir asado en la parrillla.

Y hablando de asteroides cercanos. Probablemente habéis oído hablar de Oumuamua, el asteroide interestelar. El primer objeto que hemos detectado procedente de más allá del Sistema Solar. Porque algunos especularon incluso con que fuera una nave extraterrestre. Tanto es así que se investigó seriamente su naturaleza, aunque al final se ha descartado su origen artificial. ¿Por qué? Por su extraña forma alargada y su parecido con "Rama", la nave espacial interestelar creada por el famoso escritor de ciencia ficción Arthur C. Clarke. Esto ocurrió hace muy poco, el pasado noviembre. Ya veis que no sólo tenemos que preocuparnos por los nuestros: de vez en cuando nos visitan otros desde la galaxia.

Oumuamua, el primer mensajero que llega de lejos, en hawaiano. ¿Quién sabe si en el futuro seremos capaces de convertir un objeto como este en una nave interestelar propia. 

Y ahora algunos asteroides más:
El asteroide 216 Kleopatra, en el cinturón de asteroides, con su inusual forma de hueso. Mide más de 100 kilómetros y se cree que está compuesto casi totalmente de metales, hierro y níquel. ¿Una mina de metales del futuro?


Un día dura menos de 11 minutos en el asteroide 1998 KY26. Al girar tan rápido se cree que es un bloque monolítico desprendido de un asteroide mayor. En el año que se descubrió, 1998, pasó a dos Lunas de distancia de la Tierra. Sólo mide 30 metros.

Algunos asteroides tienen lunas, Estos son Ida y su satélite Dáctilo. Ida, con forma de patata, mide 58 kilómetros de lado. Dáctilo apenas kilómetro y medio. El primer asteroide con luna fue descubierto en 1993 por la nave Galileo.

Mi asteroide preferido es TB145. En realidad es un cometa muerto, negro como un tizón y con una forma que recuerda vagamente a una calavera. Además la primera vez que pasó cerca de la Tierra fue ¡en Halloween de 2015!

El período orbital de TB145 es de 1112 días, algo más de 3 años. Por eso en su próxima visita, en 2018, el asteroide calavera se retrasará y aparecerá a principios de noviembre. Pero tranquilos, no hay nada que temer. Pasará a una distancia de 105 veces la de la Luna.

No. Yo tendría más miedo de Apofis. Es uno de los asteroides PHA, ya sabéis, los que orbitan cerca de nosotros. Descubierto en 2004 es famoso porque se creyó que podría chocar con la Tierra en 2029. Y claro, dio lugar a páginas y páginas de profecías apocalípticas. Posteriormente los cálculos revisados dieron lugar a una nueva fecha: 13 de abril de 2036, con una probabilidad de 1 entre 45.000. Si no nos acierta podrá intentarlo otra vez en 2037, aunque las probabilidades son mucho más pequeñas. Y si no... 

Apofis es ese pequeño puntito apenas perceptible entre los inmensos granos de arena del espacio. ¿Lo veis? Acercándose...

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