"Ready player one", la última película de Steven Spielberg, me ha recordado una matrioshka. Una de esas muñecas rusas que contienen varias más, cada vez más pequeñas. En palabras prestadas, un universo de universos. El envoltorio exterior es el videojuego Oasis, un artificio espectacular que te deja sin palabras. En su interior un mar de referencias artísticas (cómics, series de televisión, películas, videojuegos) y musicales del siglo pasado. Y al fin, en el interior, la última muñeca: una historia clásica de amor y poder, de malos que pretenden apoderarse del mundo y de buenos que luchan por impedirlo. Esto es "Ready player one". Antes de seguir os recomiendo este tráiler:
https://www.youtube.com/watch?v=-l2xUQ5HfQc
Chuky, el muñeco diabólico, los gremlins, el hotel de El resplandor, Freddy Krueger, el De Lorean de Regreso al futuro. ¿Habéis encontrado a R2-D2? Todos, y muchos más, junto con bandas sonoras y canciones de culto. ¡Y eso que la historia transcurre en 2.045!
Algunos la han calificado de cine familiar, de puro entretenimiento de palomitas. La película se deja ver y es entretenida, sin duda. Pero creo que nada más. Como esas palomitas: están ricas, pero no tienen ningún nutriente.
¿Dónde está el problema? En la última muñeca. Es tan pequeña que dentro no hay casi nada: no hay una buena historia y no hay unos buenos personajes. El villano es muy malo, pero los héroes también. Como dice una de las críticas que he leído, esta no es una de las grandes películas del mago Spielberg. Y no me refiero a las serias, que son muy buenas, como La lista de Schindler, El puente de los espías o la reciente Los papeles del Pentágono. Me refiero a las maravillosas: Tiburón, E.T., Indiana Jones o Parque Jurásico. Todos recordamos, y recordaremos escenas de estas películas: la aleta del enorme tiburón blanco mientras penetra en la bahía donde se baña el niño; el extraterrestre diciendo "mi casa, teléfono"; la bola de piedra persiguiendo a Indi; o la cabra que acaba de desaparecer en la jaula del Tiranosaurio.
Pero creo que no recordaremos ninguna de las escenas de "Ready player one".
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